Por cierto, vuelven a surgir las presiones en el sector para que deje de hacer las llamadas asignaciones directas. Nos informan que en poco más de un año del Gobierno de la Cuarta Transformación, de cada cuatro licitaciones públicas, tres se han realizado por medio de asignación directa y si este panorama no cambia, se generará mayor opacidad y corrupción. La actual administración, tomó la determinación de otorgar asignaciones directas en el caso de medicamentos de poca demanda y empresas pequeñas, para dar agilidad en su distribución. Esto es, evitar el papeleo de las licitaciones. Claro, esto está afectando a las grandes corporaciones y, por otro lado, las asignaciones directas pueden convertirse en decisiones opacas que alienten la corrupción.
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