En este regreso a clases, habría que destacar que las remesas que los mexicanos envían desde Estados Unidos, en un gran porcentaje son destinados a la educación. Según un estudio de Western Union México, el 27 por ciento de los encuestados indicó que las remesas se utilizan para la educación. El reporte señala que los niños y adolescentes de las familias receptoras de remesas tienden a incrementar su asistencia a la escuela gracias a que este ingreso les permite disponer del tiempo y de los recursos necesarios para cumplir con sus estudios.
Existen otros programas que benefician directamente la educación de manera bilateral, como lo es el caso de la iniciativa “Aula sin fronteras” que forma parte del programa “Proyecta 100 mil” de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), e impulsado por diferentes organizaciones, entre las cuales se desta la donación (en marzo de 2015) de la Fundación Western Union por $150 mil dólares a la organización US-Mexico Foundation, donde se promueven nuevos métodos y enfoques educativos para ayudar a aumentar la calidad de la educación para cerca de 10 mil estudiantes en México.
El impacto de las remesas en México es mucho más positivo de lo que uno pudiera imaginar. Hablando de los más de 25 millones de alumnos que regresan a clases, se puede decir que parte del importe de las remesas no sólo significa cuadernos, libros y útiles escolares, sino que va mucho más allá. Este dinero representa el futuro profesional, oportunidades académicas y sobre todo, el empoderamiento de los niños que de otra manera tendrían que abandonar sus estudios.
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