Preocupa a productores de acero de México la nueva caída en su precio internacional. Los acereros mexicanos, encabezados por Guillermo Vogel, presidente de la Canacero, nos explican que después de haber registrado una ligera recuperación a partir de las medidas de combate al comercio desleal, aplicada en prácticamente todos los países occidentales, los precios internacionales del acero han vuelto a caer y el referente promedio disminuyó alrededor de 130 dólares entre julio y septiembre del presente año.
Las razones de la baja, son las mismas: sobreproducción en China, pese a las promesas del Gobierno de Xi Jinping de eliminar subsidios y disminuir la operación de algunas plantas, y la baja demanda global por la crisis que se sostiene en Europa y otros países.
A esa preocupación se suma el hecho de que en el próximo octubre vencen los aranceles por seis meses que el año pasado les otorgó (con tirabuzón), el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y que fueron prolongados por medio año más a inicios de 2016. Sin embargo, de no renovarse, señalan, la crisis en el sector alcanzaría peores niveles que el año pasado, cuando costó cerca de 10 mil empleos directos, y en esta etapa supondría cancelar inversiones por cerca de tres mil 500 millones de dólares que han emprendido empresas como TERNIUM representada por Máximo Vedoya;, DEACERO de Raúl Gutiérrez; y, AHMSA encabezada por Alonso Ancira, para fortalecer su posición en sectores como los crecientes mercados automotriz y energético.
Aparentemente el deslizamiento acelerado del peso representaría un colchón para los acereros; sin embargo, las siderúrgicas nacionales tienen su fortaleza comercial en el mercado interno y si bien aún con exportaciones limitadas recibirán mejores ingresos por ellas, al mismo tiempo deberán pagar más por equipos, minerales y chatarra que traen desde el exterior.
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