Hace algunos días, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera (MAM), anunció que el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, que preside Pedro Padierna Barthing, invertirá 40 mil millones de pesos para desarrollar proyectos en la Ciudad de México. Lo que contrasta con los obstáculos legales que el Gobierno de Mancera ha puesto a un proyecto inmobiliario en Polanco que representa una inversión por dos mil 218 millones de pesos. El último, fue el pasado 1º de julio cuando Abilia, inmobiliaria desarrolladora del proyecto, fue notificada que la Consejería Jurídica del DF presentó un juicio de lesividad, con el cual se pretende revertir diversos permisos emitidos previamente por las autoridades correspondientes.
Y es que desde enero de este año, diversas autoridades como Protección Civil, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) y el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA), clausuraron 5 veces y de manera injustificada, la obra para construir 122 departamentos en Rubén Darío 225. Previo a esto, MAM comunicó a la constructora Abilia, de María Asunción Aramburuzabala, que los permisos para edificar 122 departamentos en Rubén Darío 225 fueron revisados y “están en orden”.
Ya incluso la Sala Superior del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal concluyó que los permisos otorgados para la fusión de cinco predios se expidieron de manera correcta y fueron legalmente emitidos conforme a la interpretación del Programa Parcial de Polanco.
Por eso extraña que el Gobierno de la Ciudad de México adopte actitudes que envían una muy mala señal a los inversionistas nacionales y extranjeros para desarrollar proyectos en el Distrito Federal.
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