En verdad que nunca pensé que podría ver el día en que -cambiando los papeles- el Gobierno federal apoyara con liquidez a la otrora poderosa Petróleos Mexicanos. Hace unos días, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció la aportación de 73.5 mil millones de pesos a Pemex con el fin de apoyar la liquidez de sus operaciones. Adicionalmente, la SHCP anunció su intención de flexibilizar el régimen fiscal de la empresa, lo cual fortalecería su solvencia. Uf, la “caja chica” del Gobierno en crisis.
Pero, como atinadamente lo señala HR Ratings, el apoyo por esos 73.5 mmdp no es gratis, está condicionado a que Pemex reduzca su pasivo circulante, incluyendo sus obligaciones con proveedores y contratistas en la misma cantidad. El apoyo por parte del Gobierno federal vendría de dos fuentes. Primero, una aportación al patrimonio de Pemex por 26.5 mmdp. Segundo, una facilidad por lo cual un pagaré provisional otorgado a Pemex por parte del Gobierno federal del año pasado podría ser intercambiado por títulos del mismo Gobierno equivalente a 47 mmdp. Esta segunda aportación tendría que ser destinada al pago de pensiones y jubilaciones durante 2016. Este recurso fue consecuencia de los esfuerzos por parte de Pemex de reducir su pasivo laboral.
Por supuesto, Pemex ha realizado ciertas mejoras en su balance financiero a febrero 2016, mostrando una reducción anual de 84.4 por ciento real en el primer bimestre del 2016 (vs. un incremento real de 7.8 por ciento anual en todo 2015), lo cual demuestra el compromiso de la empresa de llevar a cabo los ajustes solicitados por el Gobierno federal ante un escenario de bajos precios internacionales de petróleo. La reducción se debe parcialmente al incremento anual de alrededor de 90.0 por ciento en términos reales de los ingresos totales de Pemex durante el primer bimestre. Este incremento compara con un aumento de aproximadamente 5 por ciento en los ingresos petroleros (incluyendo el IEPS por gasolina y diésel) durante el mismo periodo.
De esta manera, Pemex recibió aproximadamente 45.5 por ciento de los ingresos petroleros totales del sector público vs. un promedio de 28.4 por ciento durante los cuatro años previos (en el primer bimestre), reflejando una transferencia de recursos importante. Por su parte, Pemex pudo reducir su gasto programable de operación 20.9 por ciento, también en términos reales. El gasto en inversión física se redujo 48.4 por ciento reflejando las condiciones actuales del mercado. Esto refleja el compromiso de Pemex de ajustar su gasto en 100.0 mmdp.
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