Fallido intento en Puebla para controlar a Cabify y Uber

En Puebla, ni legisladores ni autoridades saben que hacer para proteger a la población de ataques a su integridad en taxis y servicios de transporte como Cabify y Uber. Por lo pronto, el Congreso de Puebla aprobó una ley que no tiene ni pies ni cabeza. El intento de mejorar la seguridad en el transporte con la nueva regulación, termina por sobre-regular una de las opciones más seguras de transporte en el estado y encima de ello restringe el acceso a la misma a usuarios y conductores. Eliminar el pago en efectivo, en un país donde 56% de la ciudadanía no cuenta con ningún tipo de producto bancario, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, es sinónimo de limitar el acceso a la tecnología.
En dichas modificaciones destaca la limitante de acceso no sólo para usuarios, sino también para los más de nueve mil conductores que hoy Uber registra en su plataforma al solicitar requerimientos excesivos, que de ninguna manera ha sido probada su eficiencia como contribuyente a la seguridad de los usuarios. Encima de ello, preocupa la intención del Congreso detrás de la solicitud por monitorear los viajes de todos los usuarios en tiempo real, lo que representa una invasión a la privacidad en directa violación al Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En el caso de UBER, que en México encabeza Federico Ranero, a simple vista del usuario la plataforma cumple ya con gran parte de los requerimientos de seguridad incluidos en la nueva regulación de Puebla y más. Incluso, aseguran estar dispuestos a implementar nuevas medidas y colaborar con las autoridades para hacer los viajes a través de aplicaciones los más seguros posibles. Ejemplo de ello son las pruebas que actualmente realiza para un nuevo sistema de verificación de identidad en tiempo real a través de reconocimiento facial para garantizar que el conductor detrás del volante sea el mismo registrado en la plataforma.