La debilidad de la economía, limita planeación | Agenda de Inversiones

La debilidad de la economía, limita planeación

A menos de un mes de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador entregue al Congreso de la Unión el Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Federación para 2020, la economía mexicana se encuentra prácticamente estancada. Si bien es cierto el PIB crece (modestamente), evitando una recesión “técnica”, el débil desempeño económico, y los bajos ingresos petroleros (menores de lo esperado), están restringiendo el marco presupuestario de México y ponen de relieve los desafíos que el gobierno enfrenta para cumplir con sus objetivos de superávit primario del sector público no financiero (SPNF).
Según Fitch Ratings, el anuncio reciente de que el gobierno utilizará parte del fondo de estabilización (FEIP) para compensar los ingresos más bajos de lo esperado, sin recortes adicionales en los gastos, debería permitir que se cumpla el objetivo de superávit primario de 2019. Sin embargo, la decisión también destaca la concesión que debe hacer el gobierno para mantener los objetivos fiscales y apoyar a la vez la economía.
Si bien el gobierno sigue comprometido con una política fiscal disciplinada, también pretende aumentar el crecimiento. Un paquete de medidas anunciado recientemente diseñado para impulsar la actividad económica, por un total de cerca de MXN485 mil millones o 2 % del PIB, consiste en gran parte en el compromiso de incrementar el crédito de las entidades crediticias del Estado y no indica una flexibilización mayor en la postura fiscal, aunque muestra que los legisladores -no hay duda- están preocupados por la economía en desaceleración y el impacto de la política fiscal estricta, concluye Fitch.
Por otra parte, Moody’s, -la otra calificadora importante en el mundo financiero-, señala que la desaceleración de la economía en México es un hecho. “Pronosticamos que el crecimiento real del PIB para México se desacelere a 1.2% en 2019 y a 1.5% en 2020, por debajo del 2.0% registrado en 2018, en medio de una inversión privada persistentemente débil y de tensiones fiscales,” señaló Sandra Beltrán, una Assistant Vice President de Moody’s. “La preocupación en torno a la política económica ha disminuido el apetito de los inversionistas y la inversión bruta fija se mantiene relativamente estable, pero se ha debilitado, especialmente en términos de inversión extranjera directa.”
Y concluye: la petrolera paraestatal mexicana, PEMEX, enfrenta un entorno regulatorio y legal incierto mientras que su débil perfil de liquidez le impide impulsar sus inversiones de capital. Moody’s estima que la inversión de capital de PEMEX en exploración y desarrollo incrementará cerca de 21% en 2019 a $6,900 millones de dólares, de alrededor de $5,700 millones de dólares en 2018, pero probablemente este monto no sea suficiente para incrementar sus reservas de manera adecuada.

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