Por si fuera poco, a la guerra Rusia-Ucrania, y al anuncio de que Finlandia y Suecia decidieron incorporarse a la OTAN, ahora el mundo empresarial está preocupado por un menor crecimiento económico en China, por las restricciones prolongadas por brote de Covid. El impacto en la actividad económica de China implementadas a raíz del repunte en casos de Covid-19 de semanas recientes, resultó mayor que lo que se anticipaba pues al parecer estas medidas se extenderán al menos hasta junio. Además, las cifras para abril de ventas al menudeo y producción industrial muestran un impacto mayor a lo que anticipábamos. Al parecer, lo peor en términos de impactos a la actividad productiva podría ya haber pasado, dado que el gobierno de dicho país ha intensificado los apoyos. Además, el país todavía cuenta con varias opciones de política para hacer frente a la contingencia. En suma, el efecto más negativo se sentirá en el segundo trimestre. Revisamos a la baja la estimación de crecimiento para China de este trimestre a 1.7% anual, desde el 4.7% previo (que ya consideraba algunos efectos del cierre de actividades). Asimismo, la estimación para 2022 en su conjunto pasa de 5.1% a 4.2%. En esta coyuntura, consideramos que una implementación oportuna y decisiva de estímulos fiscales y monetarios adicionales resultará fundamental para encarrilar el crecimiento nuevamente. Esta revisión al crecimiento de uno de los principales motores de la economía mundial se suma a la de días recientes para la economía de EU (de 3.2% a 2.6%), como factores de riesgos a la baja para el crecimiento del comercio a nivel mundial y por lo tanto para la recuperación de la economía mexicana.
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