Del presupuesto de 2017 presentado por el secretario de Hacienda José Antonio Meade, sorprende el anuncio de una menor plataforma de producción de crudo. En lo que va del año, Pemex ha producido 2.2 millones de barriles diarios (mbd) en promedio. Sin embargo, el presupuesto estima que para 2017 se producirán 1.9 mbd, lo que implica una caída anual de 10%, que ya lo quisiéramos ver en los países integrantes de la OPEP. El precio de la mezcla mexicana en el presupuesto se ubica en 42 dólares por barril para el siguiente año (en línea con el nivel establecido para las coberturas petroleras con las opciones tipo put y el fondo de estabilización); el tipo de cambio promedio estimado en 18.20 y el punto medio del rango esperado de crecimiento del PIB en 2.5%.
Esto es, el año próximo será un escenario nacional e internacional peor para México. No solo van a bajar los ingresos por ventas de petróleo crudo, sino que la producción nacional será mucho menor. ¿Se agotan los campos petroleros? Y, entonces, ¿para que sirven los miles de millones de dólares de la privatización para extraer del subsuelo los hidrocarburos? ¿No se suponía que ese era el objetivo de repartir el pastel que antes solo se comía Petróleos Mexicanos?. Esto es muy raro: ¿cómo los empresarios del sector energético mundial están destinando recursos a un producto que es el petróleo que, o se agota o que contará con un mercado débil?. ¿Como para que invertir en el sector energético mexicano y mundial si su precio internacional seguirá de capa caída?.
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