México, de rodillas en la negociación del TLCAN; EU imponente.

México está cediendo, vergonzosamente, en las negociaciones del nuevo TLCAN. Cuando se iniciaron las rondas de pláticas, en el pasado mes de agosto, los negociadores mexicanos fueron claros en su posición: no ceder a presiones de Estados Unidos, y no fueron pocas las veces que públicamente el gobierno mexicano habló a favor de un nuevo acuerdo sin cláusulas de caducidad, esto es, darle certidumbre al productor mexicano para planear estrategias de largo plazo. No obstante, en la Quinta Ronda de Negociaciones, Estados Unidos propuso, más bien impuso, la llamada cláusula “Sunset”, para que cada 5 años dicho tratado se revise y, de ser necesario, se modifique.
Y, por supuesto, México lo aceptó, haciendo a un lado los mecanismos de controversia que claramente estipula la Organización Internacional de Comercio para la defensa de los países que sienten vulnerados sus derechos en un determinado acuerdo bilateral. Y como lo señala Consultores Internacionales “el TLCAN no debe ser visto como un tratado con fecha de caducidad o con límite de revisión, porque entonces no es un tratado, se convierte solo en un convenio y como tal causa mayores distorsiones que ventajas, se pone en juego la certidumbre, las inversiones, la competitividad, no solo de México, sino de toda la región de América del Norte”.
Así, con ese tipo de limitantes en el tiempo y en el espacio, por supuesto que no se puede poner en marcha una política industrial de largo plazo para fortalecer las cadenas productivas. Estaremos como siempre, con estrategias sexenales. Cambiando de rumbo cada vez que los socios comerciales quieran revisar los acuerdos comerciales. Con que cara se les va a decir a los productores mexicanos: no, ya no produzcan esto o aquello, ni en las cantidades que lo hacen, ni con la eficiencia que lo hacen; a los socios de EU no le conviene. No, así no se lleva a cabo una verdadera política de Estado. Lo que se está haciendo es, simple y llanamente, bailar al ritmo del llamado “paso del norte”. ¿Así es, señor Idelfonso Guajardo, titular de la Secretaría de Comercio, como se quiere dar un salto integral a la competitividad, a la innovación, al valor agregado y la productividad? Uf, para eso me gustaba.