La regulación del gremio demoscópico permitiría fortalecer las encuestas electorales. | Agenda de Inversiones

La regulación del gremio demoscópico permitiría fortalecer las encuestas electorales.

La regulación del gremio demoscópico permitiría fortalecer las encuestas electorales.

Cabe destacar que las encuestas no son pronósticos, sino que miden las tendencias de una competencia a lo largo del proceso electoral. En efecto, los votantes mexicanos todavía no están tan acostumbrados a leer encuestas electorales, y la falta de regulación del gremio demoscópico facilita que las campañas usen datos de encuesta de manera propagandística.

En México, en efecto, no se elaboran modelos formales de predicción de elecciones, pero en democracias desarrolladas es común verlos. Se trata de ejercicios complejos de análisis de probabilidad. Las encuestas son ejercicios de medición más simples. Las encuestas son una fotografía de un momento. Son herramientas estadísticas de investigación que permiten conocer ciertas preferencias y/o datos de una población, en un momento fijo de tiempo, mediante el estudio de una pequeña fracción representativa de la población objetivo. En la medida que las encuestas se basan en el estudio de una muestra, su aproximación a la población que pretenden estudiar siempre tiene un margen de error, que es el promedio de las diferencias entre los resultados electorales de una encuesta y el resultado del evento si ocurriese el día del levantamiento. El margen de error teórico depende del número de cuestionarios realizados, a mayor número de cuestionarios, menor margen de error.

Y habría que precisar: la encuesta y la elección ocurren en dos momentos distintos y las encuestas no pueden anticipar las condiciones precisas que condicionarán al evento electoral (quiénes votarán, cuánto acarreo o intimidación del voto se registrará, si el clima será propicio o adverso para la participación, etc.). Incluso las últimas encuestas levantadas días antes de la elección deben entenderse como mediciones aproximadas y no como predictores. No hay literatura que muestre que el error estadístico de las encuestas aumenta cuando éstas enfrentan una mayor tasa de rechazo o cuando registran un mayor porcentaje de no respuesta o de indecisos.

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