Muy pronto será una realidad la creación de estaciones de carga de gas LP similares a las estaciones de gasolina, donde el usuario podrá cargar su tanque o cilindro con la cantidad de energético que quiera.
Sin embargo, tras la revisión de las normas para la existencia de estas plantas por parte de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) que preside Carlos de Regules, ahora resulta que hay quienes buscan una sobreregulación, esto a pesar de que la regulación original ha demostrado su calidad y buena hechura.
El problema es que, para cumplir con esta sobrerregulación de normativas, se requeriría de una inyección de recursos adicionales en aspersores, tamaño de los terrenos y detectores, entre otros gastos por parte de los gaseros, lo que al fin del día se transformará en un sobre precio para los usuarios, retando así, el espíritu de la Reforma Energética.
Para ello, es importante que la ASEA, a través de su Unidad de Normatividad y Regulación cuya jefatura recae en Alejandro Carabias Icaza eviten estas sobreregulaciones y dobleteos de requisitos con la intención de terminar bien su tarea para que los industriales del gas L.P. interesados en crear estas nuevas opciones de mercado logren beneficiar a toda la población.
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