El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) está obligado, por ahora moralmente, a comprobar su dicho de que la CFE y sus subsidiarias distorsionan los estados financieros. La dependencia -nos dicen- únicamente emplea instrumentos contables convencionalmente aceptados en México y a nivel internacional. Así, los Estados Financieros son dictaminados por auditores externos y transparentados ante las autoridades fiscales y bursátiles en México; y en los mercados, en los cuales la CFE es un emisor de reconocida solvencia y alto cumplimiento de estándares. La propia publicación del IMCO refiere que estas prácticas se han realizado desde el 2015, pero es extraño que hasta hoy, 6 años después, que lo señalan.
Reta CFE al IMCO a comprobar que el organismo distorsiona Estados Financieros.
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