Para algunos analistas financieros “es inexplicable”

Cada presidente que llegaba a Palacio Nacional, el primer pensamiento al que se enfrentaba era aquella nefasta maldición sobre el peso mexicano y su estabilidad con las otras monedas mundiales, principalmente, el dólar estadunidense: presidente que devalúa, se devalúa. Y, por supuesto, ninguno quería devaluarse. Hoy, la maldición parecería que sigue vigente, pues muchos analistas financieros no puede explicarse cómo el peso sigue fuerte, cuando muchas variables están más que deterioradas.
En efecto, la administración del Presidente López Obrador cumplió un año en el poder, y uno de los mayores avances que mencionó en su discurso es, precisamente, la fortaleza del peso mexicano. En ese sentido, los analistas de CIBanco señalan que, para muchos mexicanos, es más importante el valor de la divisa estadunidense que el ritmo del crecimiento del PIB. Por supuesto, vale la pena destacar que en lo que va de su administración, el peso se ha apreciado 4.1% frente al dólar estadounidense. Junto con el “baht” de Tailandia y el “rublo” de Rusia, es de las monedas de economías emergentes con mejor comportamiento durante ese período. Y, ¿a que se debe esa apreciación?: La apreciación de la moneda se explica en mayor medida por temas externos y de política monetaria (por parte de Banxico y la Reserva Federal estadounidense).
En lo externo, por el alto diferencial de tasas de interés entre México y EU, así como los recientes recortes de tasas de interés por parte de la FED. En lo interno, la estabilidad fiscal mantenida por el gobierno (superávit primario y disminución de la deuda pública como % del PIB), así como un déficit en la cuenta corriente razonable. Por supuesto, nadie puede asegurar que la moneda mexicana seguirá apreciándose, por el contrario, la gran mayoría de los analistas están más que consientes que existen dos enormes obstáculos en el camino: la ratificación del T-MEC, y el desenlace de la guerra comercial EU-China.