Se renuevan los temores entre los inversionistas de una posible guerra comercial. Como ustedes saben, la Administración del Presidente Trump decidió no extender la exención de la aplicación de aranceles de acero y aluminio a sus importaciones provenientes de México, Canadá. La reacción de los países afectados no se ha hecho esperar. Ante los aranceles impuestos por EU, el gobierno de México impondrá medidas equivalentes a diversos productos como aceros planos, lámparas, carne de cerdo, preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros, hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación. La Unión Europea y Canadá hicieron lo propio.
Las medidas proteccionistas de EU, así como la reacción por parte de sus países aliados (incluido México), son negativas para varios sectores industriales y sobre todo para el consumidor, pero conociendo la forma en que negocia la administración de Trump no parece haber alternativas. La intención aparente de la medida de EU es reactivar la actividad industrial nacional, sin embargo, se puede observar una intención electoral (buscando mantener la mayoría en el Congreso a finales del año) y presión para retomar ventaja en las negociaciones comerciales (TLCAN y con la Unión Europea).
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