Las diferencias EU-China, rebasaron lo meramente comercial

Alemania, una de las economías tradicionalmente más sólidas de la Unión Europea, acaba de anunciar -de acuerdo con cifras del Bundesbank-, que el país ha entrado a una recesión de consecuencias inimaginables, y que seguramente arrastrará a la baja a las economías del Viejo Continente. Y es que sigue la incertidumbre mundial alentada por las diferencias entre EU y China, que están rebasando el aspecto meramente comercial para entrar a temas políticos y de soberanía militar.
Precisamente en la semana, autoridades de Pekín advirtieron que recurrirían a fuertes medidas de represalia si EU promulga una legislación que respalda a los manifestantes en favor de la democracia en Hong Kong. También acusaron al Departamento de Estado de violar la Convención de Viena con nuevas reglas que requieren que los diplomáticos chinos den un aviso oficial antes de visitar universidades o instituciones de investigación.
Respecto al Brexit, fracasó el intento del primer ministro británico Boris Johnson de conseguir el apoyo del Parlamento para su acuerdo de salida negociado con la Unión Europea, por lo que en automático se ha visto obligado a solicitar a la UE una prórroga a la fecha límite del 31 de octubre. Esta semana vuelve a ser crucial e inicia con un nuevo intento de Johnson para que los parlamentarios acepten en principio su acuerdo de retirada, algo que luce complicado de suceder. Todavía falta esperar también la respuesta del bloque comunitario en el sentido de ampliar la prórroga. Aunque algunos líderes europeos se han mostrado reacios a dar más tiempo a Gran Bretaña, una salida ordenada se mantiene como el escenario menos dañino tanto para el Reino Unido como para la UE.
Y respecto al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), los analistas de CIBanco señalan que las últimas noticias de políticos estadounidenses del partido demócrata hacen suponer que este puede ser ratificado por el Congreso norteamericano antes de que termine noviembre. En caso de que se concrete este escenario, sería una noticia muy positiva para México y podría ayudar a revertir la tendencia negativa de la inversión privada.
Por último, en la semana se vivieron varios y serios eventos de violencia en diferentes zonas del país, que -por supuesto- no contribuyen al estado de ánimo de los inversionistas (incertidumbre), y que pueden seguir mermando en la ya baja dinámica económica del país. Por lo pronto estos eventos no tuvieron impacto en el tipo de cambio, que se mantuvo fuerte.