Grupito de abastecedores, los beneficiados

En México la corrupción encuentra las formas más increíbles para manifestarse. Por ejemplo, en el Gobierno de la CDMX existe la figura de la subasta en “reversa” donde los licitantes que pasan las calificaciones antes del fallo, pueden proponer precios más baratos. Sin embargo, este principio para bajar costos no se cumple en el caso del Metro y casualmente siempre quedan los mismos proveedores, lo que genera la sospecha de una posible colusión. Este esquema se repite año con año en las licitaciones de servicios de limpieza del Metro de la CDMX, que dirige Jorge Gaviño Ambriz.
Una vez adjudicado el contrato, para que sea negocio, la empresa beneficiada tiene que llevar a cabo la operación del servicio al menor costo posible. Es aquí donde las autoridades se hacen de la vista gorda y le permiten al proveedor una serie de irregularidades como por ejemplo utilizar menos personal del que se estableció en las bases, realizar el servicio con material de menor calidad y no dar las prestaciones de ley a sus trabajadores. Es una pena que en las condiciones financieras en las que se encuentra el STC se permita que algunos grupos empresariales sin escrúpulos hagan grandes negocios a costillas del dinero de todos los mexicanos.