Desde la quiebra del Silicon Valley Bank, en marzo pasado, los inversionistas financieros están muy nerviosos ante la inminente quiebra del First Republic Bank. La actividad bancaria no ha logrado recuperarse por completo y la incertidumbre creció al darse a conocer el reporte trimestral de la banca. En este sentido, también destacaron las cifras publicadas por las grandes empresas de EU, que en términos generales superaron expectativas, pero otras muchas apenas logran respirar. Además, las cifras económicas globales sirvieron para evaluar el riesgo de recesión, cuya hoguera, incipiente, se aviva con el reporte del PIB estadounidense del primer trimestre del año, que moderó su ritmo de crecimiento. El tema del techo de la deuda en EU también comienza a tomar fuerza, donde se espera una complicada negociación entre republicanos y demócratas. En México, por el contrario, el PIB del 1T23, confirmó el buen comienzo de año.
Como lo señalan analistas del CIBanco, la creciente tensión con respecto a lo que sucederá con First Republic Bank y cómo se verán afectados los otros bancos, generó de nueva cuenta episodios de aversión al riesgo, incluso eclipsando el entusiasmo que pudieron despertar los buenos resultados de las tecnológicas estadounidenses.
Por supuesto, la preocupación de que la pérdida de confianza en el futuro de First Republic Bank pueda terminar contagiando a otros bancos, generaría un endurecimiento de las condiciones crediticias y, por lo tanto, contribuyendo a una posible desaceleración más fuerte de la economía de EU, colocando a la economía de EU en la puerta de la recesión.
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