Debería, dicen, mejorar infraestructura para el autotransporte | Agenda de Inversiones

Debería, dicen, mejorar infraestructura para el autotransporte

¿Sabía usted qué en Estados Unidos el precio de la gasolina es más barata que en México? En el pasado mes de junio del año 2018, de acuerdo con datos de la Oficina de Información de Energía de EU, la Comisión Reguladora de Energía, el Banco de México y estimaciones de Consultores Internacionales, el precio promedio mensual de la gasolina en EU fue de 15.03 pesos por litro (pxl) siendo el más alto de los últimos dos años. En México, el precio a nivel nacional fue de 18.06 pxl ubicándolo en un diferencial de 3.03 pxl.
Entonces, la pregunta es ¿quién se beneficia de comprar gasolina barata en EU y venderla cara en México?. Y, ¿cuánto se recauda por concepto del IEPS a combustibles?; bueno, según información pública de la SHCP, es una cantidad nada despreciable. Durante el año 2015, se sumaron a las arcas nacionales 251.7 mil de millones de pesos (mmdp) y en 2016, 308.4 mmdp. No obstante, en 2017 y 2018 la recaudación se redujo a 227.1 y 187.6 mmdp respectivamente, por el uso del estímulo fiscal para reducirlas alzas abruptas (por ejemplo, entre marzo y junio del 2018, la gasolina en EU pasó de 12.25 a 15.03 pxl; es decir, un aumento del 22.7%).
Durante la presentación del Paquete Económico 2019 en diciembre, el Gobierno Federal afirmó que los “gasolinazos” se acabarían pues los movimientos solo responderían a los incrementos de la inflación siendo esta variable un “techo”. Asimismo, en lo que va del año, se canceló el estímulo fiscal por lo que cada mexicano paga directo el IEPS fijado en 4.81 pxl para la gasolina menor a 92 octanos y de 4.06 pxl para igual o mayor a 92 octanos. Con estas medidas, el Gobierno Federal prevé ingresar por IEPS a combustibles un total de 269.3 mmdp, es decir, 43.5% más de lo recaudado en el año pasado. Sin duda, con un diferencial mayor a los 8 pxl frente a precios internacionales, el Gobierno Federal se beneficia de comprar gasolina barata, cobrar directo el IEPS sin hacer uso del estímulo (por el amplio margen de maniobra), y venderla caras a costa del bolsillo de los ciudadanos sin que se aprovechen los precios bajos y la depreciación cambiaria. Además del ciudadano de “a rueda”, el sector del transporte es el más afectado por ser consumidor intensivo de gasolinas y diésel; principalmente el autotransporte, ya que consume alrededor del 90% del total de petrolíferos que se demandan en el País, de los cuáles, el 68% corresponde a gasolinas y el 32% a diésel. Lo anterior, aunado a los altos costos de inseguridad pone mayor presión sobre los costos de las mercancías restando todavía más competitividad al País.
Para las empresas, en lo que queda del año, será fundamental hacer las proyecciones financieras necesarias para anticipar riesgos y mitigar amenazas por ser el consumo de combustibles uno de sus principales costos de operación. Como ciudadanos, nos corresponderá informarnos y ser puntuales vigilantes del ejercicio de los recursos provenientes del IEPS. El gobierno debe explicar claramente el destino del dinero recaudado que, por racionalidad económica, debiesen ser destinados a la ampliación y mejora de la infraestructura en materia de movilidad con la finalidad de mitigar los impactos al sector del transporte; a la inversión en mantenimiento de las refinerías para que logren mejores niveles de operación (antes de empezar a construir nuevas); así como a acciones encaminadas a garantizar el abasto de combustibles en las ciudades con el objetivo de contribuir a su distribución eficaz y eficiente y, por ende, disminuir los elevados precios de las gasolinas.

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