Aquí no importa que mientan, insulten y difamen

En muchos países, la basura electoral que aquí se están lanzando los partidos de los diferentes candidatos para ocupar la presidencia de México, son catalogados como delitos cibernéticos, independientemente de los castigos de las diferentes instancias electorales y judiciales de esas naciones. En México, los afamados “memes”, que insultan y difaman al adversario político, y por supuesto contaminan el ciberespacio, no solo se difunden con la complacencia de las autoridades, sino que están pasando a formar parte del anecdotario nacional de esta, la peor elección presidencial en México. Aquí, los candidatos y sus equipos violan impunemente las leyes, y nadie les dice nada. Los ciudadanos – no hay duda- estamos expuestos a millones de spots publicitarios agresivos y aberrantes.
No obstante, existen organismos empresariales como la CONCAMIN, que preside Francisco Cervantes Díaz, que alzó la voz y calificó de inaceptable el hecho de que candidatos a ocupar puestos de elección popular emitan informaciones falsas que involucren a personas de cualquier posición social para promover sus proyectos políticos. Una campaña basada en falsedades, denostaciones o descalificaciones -dijo el dirigente empresarial- ofende la conciencia de los mexicanos y defrauda la expectativa general de avanzar en la construcción de una sólida democracia que signifique progreso para todos. Los problemas que enfrentamos son grandes, y es por ello que hacemos un llamado a los contendientes a los diversos puestos de elección popular a que den muestra de madurez y de grandeza de miras. Eso es lo que necesitamos.