Al sector financiero le gusta cómo AMLO ha suavizado algunas de sus posturas de campaña más populistas. Este inesperado pragmatismo y los mensajes pro-mercado de AMLO -nos dicen empresarios- son elementos que han abonado en generar, por el momento, una atmósfera de confianza y beneficio de la duda a lo que pudiera ser su próxima administración pública. Esto, junto con un avance en el precio internacional del petróleo y una depreciación generalizada del dólar, ha contribuido a que el peso mexicano avance a su mejor nivel en dos meses.
En la medida que el equipo económico mantenga sus mensajes pro-mercado y de continuar manteniendo sólidos los fundamentos económicos del país, añaden empresarios, será suficiente para mantener tranquilos a los mercados financieros, en particular al mercado cambiario mexicano. Sin embargo, los riesgos para la moneda mexicana no se han disipado por completo, tanto por la parte interna como externa.
Cualquier indicio o dudas sobre la viabilidad de sus propuestas de política de AMLO, la fortaleza generalizada del dólar por las alzas de tasas de interés por parte de la FED, y la mayor aversión al riesgo ante las medidas proteccionistas de EU, son condiciones suficientes para no descartar futuros episodios de debilidad del peso mexicano.
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