Bueno, aunque usted no lo crea, las autoridades de la Ciudad de México estudian la posibilidad de cobrar por circular en ciertas avenidas y colonias. Quien no cuente con un holograma especial, y circule en horarios restringidos, sería detenidos por agentes de tránsito y remetidos al “corralón”. Y es que las autoridades están utilizando aquella vieja teoría económica en la que se señala que cuando exista un bien escaso -las avenidas, en este caso- su uso se tiene que regularse por el mecanismo de la oferta y la demanda, esto es, la asignación de un precio determinado. Sí, de prosperar esta idea, solo los que tienen dinero para pagar el precio de tal medida, podrían circular por ciertas avenidas y colonias de la Ciudad de México.
El razonamiento de las autoridades respectivas es harto sencillo: si nada más tenemos ciertas avenidas y el parque vehicular sigue aumentando, dejemos a la libre oferta y demanda quien es el que puede circular por las mismas. Así de sencillo. El plan -todavía en el papel- se está discutiendo en sesudas reuniones de asesores de Miguel Mancera, aunque intervienen funcionarios de la Sedatu, quienes están a favor de fortalecer el derecho de millones de capitalinos que no tienen auto -la gran mayoría- y tienen que utilizar un transporte público, caro e ineficiente. A ellos son a los que se debe proteger para que vivan en una ciudad con calidad de vida. Y advierten: los ricos que utilizan el auto para hacer compras a 3 cuadras de su casa, que paguen. La estrategia, aunque usted no lo crea, empieza a ganar adeptos. Por ejemplo, el Instituto Mexicano para la Competitividad, respalda (con discreción) esta idea e incluso sugirió que las colonias Condesa, Polanco y Del Valle, sean las primeras en las que se ponga en acción este plan. ¡Qué barbaridad!. ¿Será que vamos a regresar a aquella época de la Colonia en la que cobraban impuestos por las ventanas que dieran a la calle?
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