ATOTONILCO, Hgo. (OEM-Informex).- El Valle del Mezquital, por fin, luego de centurias, recibirá agua limpia potable. Esa zona, en donde los pobladores sobrevivían plantando verduras y regándolas con aguas “negras”, que luego eran distribuidas en la Ciudad de México. Sí, el fin de semana recorrí la planta en construcción de tratamiento de aguas residuales, cuyo diseño, edificación y gestión está a cargo de consorcio Aguas Tratadas del Valle de México en el que participa la empresa española ACCIONA Agua.
Además de su importancia para que la entidad tenga más y mejor agua, dicho proyecto recibió el premio “Infraestructuras 360º” que otorga anualmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El proyecto fue seleccionado como ganador entre 50 de 10 países latinoamericanos, en reconocimiento “al modelo de excelencia en prácticas de sostenibilidad, así como al ejemplo que supone del impacto que las infraestructuras tienen en las condiciones de vida y el desarrollo de las comunidades en las que se construyen”.
La depuradora de Atotonilco, una de las mayores del mundo, cuenta con una capacidad de tratamiento de 35 mil litros por segundo, aunque puede alcanzar un máximo de 50 mil litros por segundo, y depurará aproximadamente la mitad de las aguas residuales de Ciudad de México que cuenta con una población de cerca de 20 millones habitantes. Esta planta tiene capacidad para generar el 70 por ciento de la electricidad que consume gracias a los sistemas de aprovechamiento del gas metano que se producen en el proceso de digestión de lodos. Las aguas residuales y de lluvias del Valle de México se desalojaban hasta ahora en el Estado de Hidalgo, en el Valle de Mezquital, donde se utilizaban, sin tratar, para el riego de más de 90 mil hectáreas de cultivos.
La entrada en funcionamiento de la depuradora de Atotonilco permitirá mejorar las condiciones ambientales y la calidad de vida de más de 700 mil habitantes del Valle de Mezquital, eliminando los problemas de salubridad de la zona; sanear y conservar los cauces y los acuíferos y restaurar los ecosistemas; dotar de riego con agua tratada a más de 90 mil hectáreas de cultivo que hasta ahora se regaban con las aguas residuales; y ampliar la diversificación de cultivos gracias a la mayor disponibilidad de agua. Todo ello contribuirá al desarrollo sostenible de la zona. Por fin, el Mezquital y sus habitantes recibirán agua limpia, potable, pues.
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