Persiste la volatilidad de los mercados y por otro lado, no son pocas las variables que nos muestran que la crisis continúa acentuándose en la economía mexicana, pero el peso mexicano -contra todas las predicciones-, se levanta de “la lona” y en este año podría ser la única divisa de los países emergentes que pasaría de ser la más golpeada a la que registra las mayores apreciaciones frente al dólar. Por lo pronto podemos afirmar que el peso mexicano continúa sorteando la mayoría de los riesgos de forma satisfactoria, incluyendo la subida de tasas en EU y el reciente retroceso en el precio internacional del petróleo. Sin embargo, todavía falta la resolución del gran evento y el que terminará definiendo el nivel de la moneda mexicana hacia fin de año: la renegociación del TLCAN.
Para los analistas de CI Banco, el mercado cambiario seguirá beneficiado por la decisión de Banxico de aumentar su tasa de referencia, e influenciado por los vaivenes en el precio internacional del petróleo. Adicionalmente, las cifras económicas en EU, así como cualquier comentario de Yellen (FED) con relación a la política monetaria, servirán para que el mercado especule sobre el próximo actuar de ese organismo de EU, ya que actualmente el inversionista anticipa que la autoridad monetaria estadounidense no tiene incentivos suficientes para subir tasas. Por consiguiente, durante la semana el peso mexicano podría fluctuar entre los $17.70 y $18.15 por dólar.
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