Lo había escuchado, pero hasta que lo analizamos bien podemos decir que es un escándalo eso de los lineamientos del derecho de las audiencias que fabricaron los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones, bajo el liderazgo de su presidente Gabriel Contreras, para que los “malos” radiodifusores de México, como parecen considerar ellos, ya no puedan ejercer -como lo han hecho por más de 80 años- su libertad de expresión, de comercio y de trabajo. Sí, toda proporción guardada, el muro sí levantó el Ifetel.
A los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones les cayó como anillo al dedo la bandera electoral del señor Trump de levantar un muro para que no pasen los “malos” mexicanos. Porque para los señores del IFT su autonomía para hacer y deshacer en materia de radiodifusión la interpretan como facultades controlar lo que se dice, cómo se dice, cuándo se dice y por qué se dice en las estaciones de radio y televisión de nuestro país. Las reglas del IFT más bien parecen copia de lo que regímenes autoritarios y regresivos de cualquier país no democrático hacen de manera unilateral con la radiodifusión libre y privada, y con los comunicadores que ejercen su profesión.
A unos días de la conmemoración de los 100 años de nuestra Constitución, los comisionados del IFT le han asestado un duro golpe y han pisoteado los principios de libertad, igualdad y justicia sobre los cuales se ha construido nuestra democracia. Sin duda, esos personajes levantaron un muro por encima de la Carta Magna que no beneficia ni a las audiencias ni a la sociedad en general, sino seguramente, a sus propios intereses.
Deja un comentario