La balanza comercial reportó déficit por 524 md en junio, ligeramente menor al de mayo (527 md) y más aún que el de un año antes (827 md). Con ello, el déficit del primer semestre fue de siete mil 116 md, mayor al de un año antes (cuatro mil 153 millones). La depreciación del peso frente al dólar siguió afectando la dinámica de las importaciones, ya que en 10 de los últimos 12 meses se han contraído, en junio, -6.1 por ciento anual, mientras que su impacto positivo en las exportaciones, sobre todo manufactureras, ha sido neutralizado por la irregularidad industrial en EU, lo que aunado a la persistente caída de las ventas petroleras, auspició que las exportaciones sumaran 11 caídas en los 12 meses más recientes, la última de-5.4 por ciento.
Como bien lo dicen los analistas de Scotiabank, si bien, un vigoroso repunte mensual, tanto de las ventas como las compras externas, moderan la lectura negativa del comparativo anual de las cifras sin ajuste estacional, ello no necesariamente representa un cambio de tendencia en la evolución del comercio exterior de nuestro país, y menos cuando la actividad industrial de EU sigue con una evolución irregular y los precios petroleros pareciera que se están debilitando nuevamente.
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