El empresario Jorge Vergara terminó por sacar el cobre. A la ya conocida falta de autocrítica, habrá que sumarle otra cualidad: el cinismo. Además de no aceptar que la transmisión del clásico de futbol a través de Chivas Tv tuvo graves fallas, ayer terminó echándole la culpa a Cinépolis, que se le alió apenas la semana pasada, a fin de también brindar el mismo servicio. Señaló: “la falla fue de Cinépolis Klic; Chivas TV no tuvo alguna falla en este último partido; no procede (una nueva sanción por parte de la Profeco), no va a proceder al final de cuentas”.
Lo peor del caso es que las cerca de 22 mil personas que interpusieron una queja ante la Profeco por lo visto se quedarán desamparadas, ya que el dueño también de Omnilife no reconoce lo que ya es del dominio público, que Chivas TV es un total y rotundo fracaso.
Es tan vergonzoso el proceder de Vergara –muy diferente al de Cinépolis que reconoció parte del problema, y de inmediato anunció reembolsos y una reparación del daño-, que basta con recordarle que acaba de ser multado por la Profeco a raíz de una serie de quejas por la deficiente transmisión de los juegos del equipo que venía siendo investigada desde julio pasado. El monto a pagar alcanza los 5.7 millones de pesos.
Ojalá que Vergara le baje una rayita a su soberbia y vanidad, y entienda que debe de tener más respeto por la afición. ¿Es mucho pedir?
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