Los ingleses -no hay duda- se dieron un balazo en un piée Y es que además de que dejarán de ser el centro financiero de Europa, en lo interno, más temprano que tarde, la hegemonía del Reino Unido -Gran Bretaña, Escocia, Gales e Irlanda del Norte (y por supuesto Gilbraltar) se resquebrajará cuando se cuestionen -por separado- las desventajas de estar fuera de la Unión Europea. Y por supuesto, los separatistas tendrán un nuevo estandarte para arreciar los sentimientos patrióticos que siempre han habitado en los corazones de muchos “ingleses” de estos países.
Por supuesto, una vez que la volatilidad financiera y bursátil provocada por el Brexit del Reino Unido se estabilice -puede durar meses-, el mundo se enfrentará a una nueva era proteccionista en donde veremos el regreso de los nacionalismos, mayores controles de personas para evitar a los inmigrantes no deseados, controles al capital -principalmente a las salidas abruptas- y una escalada de aranceles para alentar la producción interna y disminuir la competencia externa.
También, la nueva posición del Reino Unido despertará a los partidos de derecha, sobre todo de Alemania y de Francia, y en unos meses más veremos cómo las discusiones en Bruselas se tornarán más agresivas para que los nacionalismos vuelvan por sus fueros. Ahí tenemos a España, que acaba de borrar el espíritu de izquierdas, o Donald Trump que quiere levantar muros proteccionistas. Sin duda, el Brexit del Reino Unido será la punta de lanza, para estos líderes de derechas, pero creemos que los europeos, sobre todo los jóvenes, mantendrán la bandera de la Unión Europea muy en alto. Por supuesto, no es el fin del mundo, pero sí se están dando pasos hacia atrás. ¡Cuidado!
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