Sí, es cierto, en México cada quien tiene sus propios datos para interpretar el avance o retroceso de la economía. Como bien lo sostienen los analistas del BBVA “aunque en teoría el crecimiento del PIB medido por el lado de la oferta debe ser equivalente al que se mide por componentes del gasto, en México no ocurre así. Si bien la coincidencia es alta entre las series originales, con las series ajustadas por estacionalidad sucede incluso que uno crece cuando el otro decrece, lo que dificulta de forma significativa el análisis económico”.
Y, precisan: la medición del Producto Interno Bruto (PIB) por el lado de la oferta que realiza el INEGI y su ajuste estacional por el método directo (sobre la serie agregada y no como la suma de las series ajustadas de sus componentes), da lugar a inconsistencias entre la tasa de crecimiento del PIB por el lado de la demanda en contraposición al PIB por el lado de la oferta en el país, en series ajustadas por estacionalidad.
Por ejemplo, en el primer trimestre de este año, el consumo privado creció 0.2% y la inversión privada 0.7%, estos dos componentes representan 87% de la actividad. Sin embargo, el dato de crecimiento, que se estima por el lado de la oferta, mostró una contracción.
Por eso consideran oportuno que el INEGI traslade su metodología de medición del PIB hacia la estimación por el lado de los componentes de la demanda (no de la oferta como lo hace actualmente), junto con la adopción del método indirecto para desestacionalizar las series, ambas prácticas comunes en EU y varios países de Europa.
Piden, analistas financieros, unificar criterios de medición
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