Estrategia electoral del PAN para los comicios del 2021 | Agenda de Inversiones

Estrategia electoral del PAN para los comicios del 2021

Los actos vandálicos en la presa “La Boquilla” y su central eléctrica en Chihuahua, son estrategias político electorales, azuzadas por el Partido Acción Nacional, para ganar simpatizantes en las elecciones del 2021. Pero, lamentablemente, pueden derivar -dichas estrategias preelectorales- en asuntos realmente peligrosos para México en sus compromisos internacionales, concretamente con el gobierno de Estados Unidos, y para la vigencia del sistema federalista que hace de este México, un gran país.
Para empezar, el agua no es propiedad de ningún mexicano, es de todos los mexicanos. Los habitantes del Estado de Chihuahua no pueden reclamar para su uso exclusivo este bien, simplemente porque para aprovechar el vital líquido primero hay que encausarlo, lo cual costó mucho dinero a la federación; hacer presas, que también costó muchísimo dinero a la federación; y distribuir el agua equitativamente entre el público en general, los agricultores e industriales, y para eso está la Comisión Nacional del Agua, organismo por supuesto Federal, y finalmente, pero no menos importante, está la generación de electricidad que está a cargo de la Comisión Federal de Electricidad.
El agua, que llega a “La Boquilla”, viene de muy lejos y luego de pasar por Chihuahua, su recorrido concluye en Tamaulipas. ¿Por qué Chihuahua y sus habitantes tendrían más derechos que los habitantes de Tamaulipas? Y respecto a la generación de electricidad por cuenta de la CFE, mucho del fluido que ahí se genera es utilizada por la industria de Nuevo León. Y si esa es la lógica que está utilizando el PAN habría que preguntarnos respecto al petróleo crudo que sale de los suelos de Tabasco, o el gas natural de Veracruz. No, los bienes que están en México son de todos los mexicanos, independientemente en donde y como se exploten. Eso es, ni más ni menos, el sustento del llamado federalismo.
Y en relación a los compromisos internacionales que trae esa agua de la que ahora se quieren adueñar en Chihuahua, es un asunto realmente delicado. El 21 de mayo de 1903 México aceptó un desventajoso tratado para la distribución equitativa de las aguas del Río Bravo del Norte, del Río Colorado y del Río Tijuana. Luego se firmarían otros tratados, pero todos desventajosos para México, pero como diría mi compadre, “con esos bueyes tenemos que arar”.
El caso es que México tiene que reintegrar a EU una parte del caudal de esa agua que pasa por Chihuahua y concluye en Tamaulipas, y que, salvo alguna sequía monitoreada por los 2 países, no existe ningún pretexto para dejar de cumplir el compromiso de ese o esos tratados. ¿Cómo entonces se podrán cumplir esos acuerdos, si el PAN y los habitantes de Chihuahua se quedan con esa agua?. No, para encausar el Río Bravo, hacer las presas respectivas y generar la electricidad, la federación ha utilizado recursos generados por los impuestos de todos los mexicanos. Yo, Edgar González Martínez, he pagado una partecita proporcional de las carreteras, hospitales, presas, puentes centrales eléctricas que están en Chihuahua y en todo el territorio nacional. Es infraestructura necesaria para que este gran país siga siendo orgullo de todos los mexicanos. Viva México.

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