Dice el refrán: mal empieza la semana a quien ahorcan en lunes. Y esto viene a colación por la demanda que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes entabló en contra de la empresa Rivada Networks, y concretamente de su director general, Declán Genley, por difamación. Y es que Rivada no acaba de asimilar que perdió su oportunidad en la licitación de la Red Compartida, y sigue insistiendo en que hubo fraude.
Por supuesto, el Gobierno mexicano no está dispuesto a soportar que la empresa perdedora esté impidiendo el avance de la Red Compartida, y decidió demandar al quejoso en las cortes estadunidenses. En lo personal, creo que eso fue un error pues la empresa tiene sus operaciones en México y aquí se debería llevar el proceso penal en contra de la difamación, que -dicho sea de paso-, está afectando la llegada de nuevos capitales al país.
Hasta ahora no conozco que en este tipo de juicios un extranjero le gane a una empresa estadunidense, en su propia cancha. Eso de que México demande allá, creo, fue un grave error. Pero, ni hablar.
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