¿Qué puede hacer el nuevo titular de la SHCP, el Banco de México o el propio Enrique Peña Nieto para recomponer la relación peso-dólar? Yo creo que nada. Como bien lo señala Bloomberg Intelligence “la moneda mexicana parece encaminada a un nuevo mínimo por encima de los 20 pesos por dólar, y no hay mucho que el Banco de México pueda hacer. Factores como la débil demanda por la moneda, la perspectiva de tasas más altas en Estados Unidos y la tendencia alcista estable de Donald Trump en las encuestas están llenando de presión al peso mexicano”.
Sí, un crecimiento más lento del pronosticado, menores precios petroleros y un aumento en los riesgos políticos también están presionando a la moneda, que se encamina a probar la barrera psicológica de las 20 unidades en los próximos meses, sino es que semanas. Analistas encuestados esperan que el peso, que es utilizado como cobertura en contra de los riesgos de más monedas emergentes, se debilite a 20.06 en el primer trimestre de 2017.
En fin, para nadie es desconocido que las políticas planteadas para apoyar a la moneda este año, incluyendo las ventas de dólares y dos inesperadas subidas de 50 puntos base en las tasas de interés, fallaron en detener la tendencia. Tocó un mínimo histórico de 19.90 el 20 de septiembre, y cayó 5.25 por ciento durante el mes hasta el día 20, convirtiéndola en la moneda con el peor desempeño en los mercados emergentes. Uf.
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