Debilidad del peso ante el dólar, oportunidad para reactivar la industria

La debilidad del peso frente al dólar bien podría servir de apoyo a un sector industrial que atraviesa por una grave caída, siempre y cuando los empresarios rediseñen el destino de sus exportaciones. Y es que el mercado estadunidense continúa sin poder repuntar, esto es una señal de preocupación adicional para las perspectivas de crecimiento para México en 2016. Mientras la desaceleración pone en riesgo la perspectiva de Bloomberg Intelligence de un crecimiento del 2.5 por ciento del PIB, aún hay esperanza: la renovada competitividad del peso mexicano probablemente ofrecerá cierta ayuda, sobre todo, debido a la sofisticación de la base manufacturera de México.
El crecimiento de la producción manufacturera en México se desaceleró a 1.8 por ciento interanual en noviembre, el mes más reciente con información disponible. Esto sugiere que la disminución de las exportaciones manufactureras podría arrastrar la producción después de un periodo en el que parecía haberse sostenido por las sólidas ventas domésticas.
No obstante habría que señalar que en algunas ocasiones, el crecimiento de la producción manufacturera de México ha superado al de la de Estados Unidos, de manera más notable durante la recuperación de la crisis del Tequila en 1995 e inmediatamente después de la crisis financiera de 2008-2009. En ambos casos, la fuerte depreciación del tipo de cambio precedió a la desvinculación. Esto ofrece un poco de esperanza de que la reciente depreciación, que llevó al tipo de cambio real a niveles superiores a los de 2008-2009, una vez más rescatará al sector manufacturero de México en 2016, por lo menos limitando su riesgo a la baja.
Pero hay aún más buenas noticias. A diferencia de sus pares regionales, México ha logrado mantener un nivel de sofisticación en su manufactura relativamente alto, lo que lo posiciona muy bien para beneficiarse de una mayor competitividad en las divisas.
El desempeño de México palidece en comparación con China, su principal competidor por las importaciones de Estados Unidos, que pasó de la 48 posición en 1995 a la 19 en 2014. Pero destaca en América Latina, donde Brasil, la mayor y segunda más compleja economía, cayó del lugar 30 al 54.